Artículo: “Falta de previsión e improvisación en la ITV” Artículo publicado en Diario de Ibiza el 16 de mayo de 2020 A pesar de que ya hacía días que se había anunciado el inicio del desconfinamiento para el 11 de mayo, la reapertura de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) del Consell Insular ha estado presidida por la falta de organización, la improvisación y la incertidumbre de los usuarios. Por desgracia, la falta de previsión y la incapacidad para gestionar la situación por parte del Consell han desembocado en una situación prácticamente caótica. Sin página web para pedir cita previa, con un número de teléfono totalmente colapsado y con la ITV móvil del Recinto Ferial todavía por estrenar, cuando ya hace algunos meses que debería estar en marcha. Como recordarán, PP y Cs, en una de sus primeras y equivocadas decisiones, hace casi un año, paralizaron el proceso de contratación de la estación móvil, lo que ha provocado un retraso innecesario que todavía estamos pagando. El Consell Insular ha cometido el error de dejar pasar dos meses de estado de alarma sin prever las dificultades, sin la capacidad de anticiparse y adaptarse a la situación, creando nuevos protocolos y trabajando para implementar las medidas necesarias para el reinicio de la actividad de la ITV. La falta de previsión del departamento que dirige Javier Torres ha sido descomunal, y no es la primera vez que ocurre. El pasado mes de noviembre, la ITV de Santa Gertrudis cerró puertas sin previo aviso, lo que provocó una situación de caos y desesperación entre los usuarios, sin que el conseller responsable fuera capaz de ofrecer una explicación convincente. La que ha ofrecido ahora para justificar el reinicio improvisado de la ITV tampoco convence. Decir que la orden ministerial para abrir este pasado lunes 11 de mayo no llegó hasta el sábado 9, dos días antes, es una excusa que no se coge por ningún lado. En primer lugar, porque el anuncio del inicio de la desescalada para el día 11 se sabía desde el martes 28 de abril, y sobre todo porque desde el jueves 7 de mayo ya se confirmó oficialmente que también abrirían las ITV. Desde ese mismo día, en el resto de España se acabaron de preparar todas las que se encontraban en territorios de la fase 1 para ponerse en marcha el lunes 11 de mayo, menos la nuestra, por lo que se ha visto. Había que estar preparados. Con las ITV y con todo lo demás. Desde que empezó el confinamiento sabíamos que tarde o temprano volveríamos a recuperar las actividades suspendidas. Si un comercio o un local de restauración se ha sabido preparar para no perder ni un día en la reactivación, porque se juegan mucho, una administración como el Consell Insular no puede dormirse en los laureles y dejar que te pille el toro. Han tenido dos meses para prepararse, para prever los primeros días, para definir un plan de puesta en marcha que diera a la ciudadanía el servicio que merece. Pero ha sido todo lo contrario: el teléfono de cita previa (971195906) sigue colapsado, dicen que recibieron 3.000 llamadas el primer día pero no dicen cuantas se atendieron, y además el contestador automático te advierte de que solo tienes hasta el 22 de mayo para cambiar tu cita, si la anularon durante el estado de alarma. La web, inexplicablemente, no funciona. Dicen que para evitar picaresca, lo cual no tiene ningún sentido, porque el propio sistema debería saber quién tenía cita asignada y quién no. Y para colmo, la nueva estación móvil del Recinto Ferial, que debía abrir el 17 de marzo, después de dos meses parada por obligación, cuando por fin se puede poner en marcha, resulta que no está a punto. Eso sí, dicen que han pedido al Ministerio de Industria que prorroguen 6 meses la caducidad de las ITV. Es decir, que otros nos solucionen lo que aquí somos incapaces de arreglar o mejor dicho, lo que aquí solo sabemos empeorar. Si esto ha pasado con la ITV, mejor no imaginar qué puede pasar con el resto de servicios e instalaciones del Consell Insular cuando vayan abriendo en las siguientes fases de desconfinamiento. Estas cosas no se deben permitir, el conseller Javier Torres debería dar explicaciones. La administración pública tiene que ser la primera en dar ejemplo, en estar preparada para reabrir adoptando todas las medidas que garanticen la seguridad de empleados y usuarios y ofrecer el mejor servicio. Lo que viene por delante va a ser muy complicado, ya está siendo muy complicado. Desde administraciones como el Consell Insular tenemos que esforzarnos, al menos, para no poner las cosas todavía más difíciles, que ya lo son demasiado. Víctor Torres Pérez Conseller del grupo PSOE en el Consell Insular d’Eivissa y secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales de la FSE-PSOE
Article: “Falta de previsión e improvisación en la ITV” Artículo publicado en Diario de Ibiza el 16 de mayo de 2020 A pesar de que ya hacía días que se había anunciado el inicio del desconfinamiento para el 11 de mayo, la reapertura de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) del Consell Insular ha estado presidida por la falta de organización, la improvisación y la incertidumbre de los usuarios. Por desgracia, la falta de previsión y la incapacidad para gestionar la situación por parte del Consell han desembocado en una situación prácticamente caótica. Sin página web para pedir cita previa, con un número de teléfono totalmente colapsado y con la ITV móvil del Recinto Ferial todavía por estrenar, cuando ya hace algunos meses que debería estar en marcha. Como recordarán, PP y Cs, en una de sus primeras y equivocadas decisiones, hace casi un año, paralizaron el proceso de contratación de la estación móvil, lo que ha provocado un retraso innecesario que todavía estamos pagando. El Consell Insular ha cometido el error de dejar pasar dos meses de estado de alarma sin prever las dificultades, sin la capacidad de anticiparse y adaptarse a la situación, creando nuevos protocolos y trabajando para implementar las medidas necesarias para el reinicio de la actividad de la ITV. La falta de previsión del departamento que dirige Javier Torres ha sido descomunal, y no es la primera vez que ocurre. El pasado mes de noviembre, la ITV de Santa Gertrudis cerró puertas sin previo aviso, lo que provocó una situación de caos y desesperación entre los usuarios, sin que el conseller responsable fuera capaz de ofrecer una explicación convincente. La que ha ofrecido ahora para justificar el reinicio improvisado de la ITV tampoco convence. Decir que la orden ministerial para abrir este pasado lunes 11 de mayo no llegó hasta el sábado 9, dos días antes, es una excusa que no se coge por ningún lado. En primer lugar, porque el anuncio del inicio de la desescalada para el día 11 se sabía desde el martes 28 de abril, y sobre todo porque desde el jueves 7 de mayo ya se confirmó oficialmente que también abrirían las ITV. Desde ese mismo día, en el resto de España se acabaron de preparar todas las que se encontraban en territorios de la fase 1 para ponerse en marcha el lunes 11 de mayo, menos la nuestra, por lo que se ha visto. Había que estar preparados. Con las ITV y con todo lo demás. Desde que empezó el confinamiento sabíamos que tarde o temprano volveríamos a recuperar las actividades suspendidas. Si un comercio o un local de restauración se ha sabido preparar para no perder ni un día en la reactivación, porque se juegan mucho, una administración como el Consell Insular no puede dormirse en los laureles y dejar que te pille el toro. Han tenido dos meses para prepararse, para prever los primeros días, para definir un plan de puesta en marcha que diera a la ciudadanía el servicio que merece. Pero ha sido todo lo contrario: el teléfono de cita previa (971195906) sigue colapsado, dicen que recibieron 3.000 llamadas el primer día pero no dicen cuantas se atendieron, y además el contestador automático te advierte de que solo tienes hasta el 22 de mayo para cambiar tu cita, si la anularon durante el estado de alarma. La web, inexplicablemente, no funciona. Dicen que para evitar picaresca, lo cual no tiene ningún sentido, porque el propio sistema debería saber quién tenía cita asignada y quién no. Y para colmo, la nueva estación móvil del Recinto Ferial, que debía abrir el 17 de marzo, después de dos meses parada por obligación, cuando por fin se puede poner en marcha, resulta que no está a punto. Eso sí, dicen que han pedido al Ministerio de Industria que prorroguen 6 meses la caducidad de las ITV. Es decir, que otros nos solucionen lo que aquí somos incapaces de arreglar o mejor dicho, lo que aquí solo sabemos empeorar. Si esto ha pasado con la ITV, mejor no imaginar qué puede pasar con el resto de servicios e instalaciones del Consell Insular cuando vayan abriendo en las siguientes fases de desconfinamiento. Estas cosas no se deben permitir, el conseller Javier Torres debería dar explicaciones. La administración pública tiene que ser la primera en dar ejemplo, en estar preparada para reabrir adoptando todas las medidas que garanticen la seguridad de empleados y usuarios y ofrecer el mejor servicio. Lo que viene por delante va a ser muy complicado, ya está siendo muy complicado. Desde administraciones como el Consell Insular tenemos que esforzarnos, al menos, para no poner las cosas todavía más difíciles, que ya lo son demasiado. Víctor Torres Pérez Conseller del grupo PSOE en el Consell Insular d’Eivissa y secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales de la FSE-PSOE